Horas sin plagio

Se estremece el ojo de la tarde,
cuando alguien anda arbolando
el canto de los ocres,
y mientras maduran
las últimas fogatas del verano,
algo anda tratando de explicar
como en el íntimo orden de un cuento,
el tiempo no sabía disimular sus apuros
ya había impulsos
y cartas de hojas
trayendo otoños...

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