Este gusto de la tarde recogida,
pasa como un huracán
deja inquietudes encendidas
y danza en la vereda de motivos,
mira las corduras, quita límites;
graba acordes nuevos
y en la metamorfosis de algún deseo,
desteje reclamos,
busca nervaduras que insistan
en sus ganas de encontrar,
un verbo que no tiemble,
en los asfaltos de mañana.
Uy, Raquel, esp será allá, pero aquí el frío esta crujiendo hasta el pensamiento
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