Curar Tristezas

Golpean misterios de colores,
en yemas de ramas,
y una gravidez de fruto,
pone en su apogeo
la tibieza del cuerpo,
la sangre nonata viene
a cubrir necesidades.
Lázaro, cruza los dedos,
disuelve partituras oscuras,
se levanta el grito,
viene a curar tristezas.
Todo está en su sitio,
un reflejo amamanta la luz
y cuida autorretratos
que guardan miradas
de vocales y consonantes,
buscando el abrazo inesperado.

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