A un puñadito de mi alma
le propuse bohemias,
para dar un gran salto en el aire
y extirpar lastimaduras
que aún atropellaban.
Por eso, nada más que por eso,
cabalgué por tormentas de vientos,
y entre forcejeo y forcejeo
de viejas ironías,
me habité desparramada
entre los fuegos,
soñé con una osadía instintiva
de mandatos incandescentes
y entre territorios desorientados,
descubrí el nuevo tributo
que debía pagar,
a la alquimia de mis relojes.
Raquel querida:
ResponderEliminarMe asombra una vez más tu estilo poético que condice con tu figura menuda y muy fuerte, cálida y contundente.
El blog me encantó. Pese a mi escasa experiencia en este tipo de formatos, observo que está muy bien logrado. Es un placer leerte. Bsssss
Teresita Pirra
Raquel querida:
ResponderEliminarMe asombra una vez más tu estilo poético que condice con tu figura menuda y muy fuerte, cálida y contundente.
El blog me encantó. Pese a mi escasa experiencia en este tipo de formatos, observo que está muy bien logrado. Es un placer leerte. Bsssss
Teresita Pirra